DULCES ENCUENTROS
Siempre le gustaron las rutas, los viajes y estar siempre a pie de volante. Así fue como Jaime llegó a ser conductor.
Después de cuarenta años, Jaime cuenta con miles de kilómetros a sus espaldas, pero lo más importante es esa satisfacción de haber tenido la llave para unir cada día a miles de personas. Hoy, se lo agradecemos con esta tarta de bizcocho y fondant, ya que si hay algo realmente dulce en la vida, es tener la capacidad de conseguir acortar esas enormes distancias que nos separan de aquellos a quienes quisiéramos tener siempre cerca.
¡Por otros muchos trayectos juntos!
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