La dulce Señora Pott
De pequeña me sentaba muchas veces a ver uno de los clásicos de Disney más grande, La Bella y La Bestia. No se si era por la ternura de los personajes o porque sabía de su final feliz, pero lo cierto es que podía pasarme largas horas en el sofá de casa disfrutando de una de mis películas preferidas.
Ahora recuerdo aquellos momentos y me viene a la cabeza la Señora Pott, aquella buena madre, trabajadora, perfeccionista, tímida y de enorme espíritu. Y es que si hay alguien que me recuerda a aquella entrañable tetera es Angelines, el mejor ejemplo de amiga, de compañera y de persona. Por eso, con ella sigo recordando aquellos momentos de mi infancia, siempre al calor de un buen té.
De estas buenas tardes de café quedarán los recuerdos, las risas y la buena compañía. De nuestra última celebración juntas también quedará todo. Todo, excepto la tetera.
¡POR TODOS ESTOS AÑOS JUNTAS, Y POR LOS QUE NOS QUEDAN!
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